Los atacameños criaban alpacas de donde obtenían la lana y llamas, las que utilizaban como medio de transporte. Además cultivaban la papa; la coca; el maíz; la quinoa; frejoles; calabazas; zapallos y ají mediante el sistema de andenes o terrazas, las cuales eran regadas por acequias, debido a las condiciones climáticas de la región. Las guarniciones de alimento se colocaban en los pucarás o fortalezas de piedra y sus ruinas se conservan en la actualidad: Lasana, Toconce, San Pedro de Atacama, etc. Hay incluso evidencias de que trabajaron el cobre en Chuquicamata. Se cree que la metalurgia la aprendieron de los Tiahuanaco.Por otro lado, las condiciones climáticas permitieron una óptima conservación de numerosos y valiosos objetos arqueológicos confeccionados de, hueso, plumas, madera y cuero. Destacándose especialmente en madera las tabletas y tubos para aspirar rapé (objeto para sustancias alucinógenas en ceremonias religiosas)(foto de objetos arqueológicos )
Otra actividad que desarrollaron los atacameños de mucho interés fue lo comercial, tanto entre sí, en el intercambio entre la costa y el interior, como hacia los diaguitas, al sur, y a los indígenas del Perú, al norte. Estos intercambios comerciales se realizaban en caravanas que transitaban por extensas rutas, cruzando el desierto, cuyo centro era San Pedro de Atacama. Asimismo este contacto significó que la cultura atacameña se difundiera hacia los pueblos vecinos, y que el propio lican- antai absorbiera rasgos de culturas ajenas. De allí la dificultad que existe de precisar las características originales de este grupo